El pinkwashing de Israel en Gaza - Altavoz LGBT+
👋 Holis. Gracias por abrir este correo, te saluda Misael de AltavozLGBT+ desde el frío y desértico norte de México, aquí casual con un montón de suéteres y cobijas, con los chapetes quemados por el solonazo y los huesos congelados por las heladas. Este inicio de año, siguiendo la costumbre, está plagado de eventos históricos que, como coro pegajoso de una mala rola, ya llevan mucho repitiéndose. Entre crisis globales de derechos humanos y el ascenso de la ultraderecha en Latinoamérica y el mundo seguimos dándole a vivir la vida haciendo nuestra chambita.
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El pinkwashing en el conflicto en Gaza
“La campaña genocida de Israel no es una victoria para los derechos LGBT+”, escribe Kai Cheng Thom para la revista Xtra* en su artículo Por qué la gente queer y trans debe resistir el pinkwashing.
A raíz del ataque sorpresa de Hamás a Israel el 7 de octubre, Israel inició una nueva campaña de bombardeo y sitio de la Franja de Gaza, empeorando aún más la crisis humanitaria que lleva décadas empeorándose. El conteo de muertes al 25 de diciembre es de 31 000 personas (29 000 de ellas palestinas), incluyendo más de 100 periodistas asesinados. En el margen de este conflicto, la extensa lista de crímenes de guerra cometidos por el estado de Israel sigue multiplicándose; para darse una idea, basta darse una vuelta por la página de Wikipedia que, entre otras atrocidades, detalla: castigo colectivo, traslado forzoso de la población, uso de fósforo blanco, ataques indiscriminados, ataques a hospitales, ataques a periodistas, ejecución de palestinos rendidos, y abusos y humillaciones sexuales, y esto sólo acompasando el presente conflicto iniciado en octubre del 2023. Adicionalmente, otra página se dedica a documentar los sustanciales alegatos de genocidio en la presente guerra Israel-Hamas.
En este contexto, el pinkwashing, también conocido como rainbow-washing, es la estrategia de presumir los derechos LGBT+ como prueba de liberalismo y democracia, especialmente para desviar la atención o legitimar la violencia contra otros países o comunidades. El pinkwashing es una continuación de la llamada “misión civilizadora” (la noción de que es el deber de los países occidentales civilizar a los pueblos que perciben como atrasados) utilizada para justificar el colonialismo, esta vez sobre la base de los derechos LGBT+. En términos más generales, el pinkwashing también puede definirse como "el despliegue de mensajes superficialmente simpáticos para fines que tienen poco o nada que ver con la igualdad o la inclusión de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales y queers (LGBTQ)", incluido el marketing LGBT+.
Pinkwashing: El 13 de noviembre, la cuenta oficial del Estado de Israel publicó en X (antes Twitter) dos fotografías de un soldado israelí sosteniendo una bandera arcoíris frente a un tanque de guerra, acompañadas del siguiente texto:
"La primera bandera del orgullo jamás izada en Gaza 🏳️🌈. Yoav Atzmoni, quien es miembro de la comunidad LGBTQ+, quiso enviar un mensaje de esperanza a las personas de Gaza que viven bajo la brutalidad de Hamas. Su intención era izar la primera bandera del orgullo en Gaza como un llamado a la paz y la libertad.”
La comunidad LGBT+ internacional, familiarizada desde hace tiempo con el concepto de pinkwashing, se enfrenta ahora a él en una de sus versiones más corruptas.
El 10 de diciembre, Danel Ben Namer CEO de la ONG israelí Shrinking the Conflict twitteó una foto de un soldado israelí de rodillas, presumiblemente proponiéndole matrimonio a su compañero, también uniformado, con el caption “Today in Israel: Free love for all”. Fact check: el matrimonio igualitario es ilegal en Israel 🤷♂️. La cuenta de Danel Ben Namer también es la originaria del deep-fake de Bella Hadid haciendo declaraciones pro-Israel.
Ziya Jones, en su artículo Sí, la solidaridad con Palestina es un tema queer, nos recuerda que además de que no existe el matrimonio igualitario en el estado de Israel, su población trans se enfrenta a constante discriminación. “Mientras el pinkwashing se basa en una falsa dicotomía, pintando a Israel como un refugio LGBTQ+ y a los palestinos como homófobos de forma uniforme, la verdad es mucho menos blanco-y-negro. Y si bien las personas queer y trans en Palestina están sujetas a discriminación y persecución, muchas personas LGBTQ+ rechazan la noción de que esto de alguna manera justifica la violencia en curso.”
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“not the genocidal Trixie and Katya”, publica en tono humoroso la celebridad queer judía (y artista del maquillaje) Matt Bernstein, en su cuenta de X, refiriéndose a un TikTok del dúo drag Israelí, Yosale y Talula, que tratando de cooptar la cultura drag para hacer pinkwashing de las políticas genocidas del estado de Israel, nos dan una cátedra de mediocridad cómica en el arte del bufe (reading for filth en inglés).
“Yosale: Lady Bunny.
Talula: Me encantan los dinosaurios. ¿Qué ha dicho?
Productor: Ha dicho “alto al fuego ahora”.
Yosale: OK.
Productor: Y no cree que bebés hayan sido quemados y dice que Biden es un mentiroso.
Yosale: Y mi abuela todavía cree que voy a casarme con una buena chica judía y tener una gran familia judía, aunque le he dicho una y otra vez ‘a mí me encanta chupar verga.’ Yo lo sé todo sobre la negación, chica.”
Jajjajajajajjajajaja (¿🤷♀️?).
Y en más ondas así bizarras: Michael Lucas, dueño de Lucas Entertainment, una de las productoras de porno gay más grande del mundo, twitteó una fotografía de un misil de la IDF (Israel Defense Force) con su nombre, ¿para darle un toque gay al ataque Israelí?, pero sobre todo para hacer enojar a Jake Shields, el ex peleador de artes marciales mixtas (súper transfóbico), que es crítico del estado de Israel. Michael Lucas, dueño de una de las productoras de porno gay más grande del mundo, se queja ahora de que lo están boicoteando.
¡Muchas gracias por llegar al final de este correo! Nos leemos en la próxima edición, y mientras tanto, si este número te gustó considera reenviarlo a alguna de tus amistades. 🤗
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